Entre la vida y la muerte apareciste tú entre mis recuerdos, entre flash y flash de lo único que no estaba dispuesta a perder. A segundos de desaparecer... allí estaba yo arrepintiéndome de no haber podido besar aquellos labios que siempre me había negado besar.
Tan solo susurraba tu nombre una vez tras otra intentado que alguien escuchara mis pensamientos. Y sí, apareció un brazo salvador pero no eras tú... no eras tú porque te rechacé, te puse en evidencia y te alejé de mi; una vez a salvo de aquella batalla me dí cuenta que no quería volver nunca más a esta situación y abandoné una batalla que me venía grande.
Entregué mi carrera y mi desesperación, rompí el muro en el cual me había sumergido por tantos años y sólo podía pensar en estos últimos años en los que has estado como ángel protector a mi lado; llovía a mares y me fui al parque que un día nos unió.
Se hacía tarde ya, el reloj seguía girando... recibiste una llamada mía pero, con mirada resentida y un alma frustrada, apagaste tu teléfono. Estabas solo, pensativo, lleno de tristeza y rabia a la vez; no estabas dispuesto a ver como la persona que más amabas estaba dispuesta a sacrificar su vida por una obsesión.
De repente, -toc toc-, sonó la puerta. Con esa sonrisa, camuflada y alegre que siempre sacabas, te dirigiste a abrir la puerta y cuál era la sorpresa de ser yo quien tocara tu puerta.
[...] continuará [...]
Canción: Chasing Plane
Compositor: Robert Duncan
0 comentarios:
Publicar un comentario
Si tan curioso te parece, comenta. Dame tu opinión ;)