martes, 24 de mayo de 2011

.: Cuando tenía 11 años :.



Tengo ganas de ver llover de nuevo como hacía años atras que no veía llover, sentada en mi cama, mirando por la ventana agarrando mis rodillas y a mi lado una libreta en blanco junto con un bolígrafo con el que poder plasmar lo que en ese preciso instante me apetecía escribir, componer o dibujar...

La verdad que desde que tengo 11 años siempre he escrito y dibujado según el momento me lo pedía y conforme va pasando el tiempo y tus experiencias te van forjando... vas viendo las cosas desde otro punto de vista, hasta que te das cuenta que los métodos nunca cambian. Sigo siendo como aquella niña de 11 años con una mente abierta y despierta la cual siempre se transportaba a mundos inimaginables. Aunque bien es cierto que me gustaría volver por momentos a tener 11 años... algo de lo que estoy orgullosa, y vosotros también deberiais estarlo de vosotros mismos, es de ver lo que poco a poco y con esfuerzo habeis logrado a lo largo del tiempo.

No todos tenemos el mismo tipo de vida... algunos sufren mas que otros, rien mas que otros, se divierten mas que otros, lloran mas que otros, corren mas que otros, triunfan mas que otros, gritan mas que otros, vuelan mas que otros, enloquecen mas que otros, maduran mas que otros... seas del tipo del que seas... ¡¡se feliz de ser lo que eres y tener lo que tienes!!

Mmmm... un olor me ha recordado aún más aquellos momentos en los que de fondo sonaba aquella canción y yo como tonta me puse a componer aquella canción a piano... "este compas no me gusta, esta negra aquí, esta blanca aquí, mmm este silencio aquí pero con puntilla" jajaja ¡¡que recuerdos!! Aunque ahora que pienso nunca llegué a dar luz de aquella canción compuesta ni de la letra que la acompañaba... quizás algún día la publique =)

Estos días están resultandome ser muy dificiles de soportar, sucesos imprevistos, otros no tan imprevistos pero sumamente agobiantes... aunque por mi forma de ser, los que ya me conoceis, la sonrisa es algo que no suele escasear en mi rostro. Este duro y, a la vez, frágil corazón maquilla intensamente su dolor y lo transforma, como la energía que nunca se destruye sino que se transforma, en alegría para el resto, en apoyo y en consuelo.


Aunque como humana que soy la dureza no siempre acompaña y la fuerza no siempre perdura.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Si tan curioso te parece, comenta. Dame tu opinión ;)