.: ¿Sábes diferenciar entre lo que es la vida y vivir? :.

Sabeis... la vida se vá.
Un día tranquilo te levantas, te miras al espejo y ¿qué ves?

Ahora empiezas a observar a tu alrededor, empiezas a recordar momentos, la última sonrisa que tuviste con tu pareja, esa foto que con tanto cariño guardas pegada en tu pared...

¿Cómo decir a esa persona que lo está dando todo por tí que te vás?, ¿cómo despedirte de una madre que te dió vida?, ¿cómo ver la vida si sabes que se te vá?

Es duro, dificil... sin casi palabras de poder describir, afrontar que una enfermedad te está arrebatando lo que tan difícil es de cuidar. Y es que no estamos preparados, NO no lo estamos!
Todo lo que un día fuiste se te va en un instante, en un accidente, en un virus, en un segundo... y sin embargo la que se va eres tú, porque el resto del mundo sigue vivo.


¿Sábes diferenciar entre lo que es la vida y vivir?


Sabes que si lo consigues, sólo si lo sabes, habrás llegado en un punto en tu vida en que vés las cosas de forma diferente. En que no te fijas en las grandes acciones, sino en los pequeños sucesos; en los que pasas por alto un premio, y tu premio es verlos crecer; en que lo más importante es....


Y yo... muchas lágrimas han caido por mis mejillas viendo como se caían, viendo como me decían adiós mucho antes de decirlo, viendo como el dolor de un alma abatida resucitaba, viendo como fuí presa de la soledad y un día resurgí, viendo como el amargo dolor de mi corazón casi me arrebata la vida, viendo como la vida me ha enseñado a vivir.

Hoy tan solo son palabras de una chica escribiendo entre lágrimas de un dolor que nadie puede calmar y que sin embargo, será erradicado; unas lágrimas de sincera escritura, apertura y sellado de un corazón que muchas veces ha sido pisoteado y maltratado y aún así sigue latiendo con una fuerza más allá, la fuerza del amor. Un amor con un objetivo: ver cómo esas personas sonrien y son felices aunque ello me haya costado la vida; una vida que sin ese objetivo no sería nada.

Y ahora, ¡mírame!. Sentada, escuchando una agradable melodía que tranquiliza mi mente y llora conmigo; un piano representando una escena de tristeza que al final acaba con una alegre escena: una sonrisa en mi rostro.

Orgullosa de lo que he conseguido hasta el día de hoy.
Con la cabeza bien alta ando por el suelo de un mundo extraño pero real.
PAlabras escritas sin sentido, pero transmitiendo algo que hacía tiempo no sentía y que, aunque no haya sido cpaz, lo siento en mi interior, en ese refugio bien guardado de presas y vívoras. Un refugio que cuando vea la luz, será el semblante de la paz hacia un mundo inalcanzable...


Y de verdad, no se porque escribo hoy. Hoy es uno de esos días en los que me siento pequeñita, en los que me siento culpable de aquel día, en los que arrebataría de mi ser un dia mio para volver a verlo; un día en el que daría...